M: ¿Cómo encaja esa esencia de la isla que nos comentas en la selección de los tonos del interiorismo?
EM: Quería utilizar texturas y colores de la tierra, la arena y la lava, junto al mar, sin caer en una evidencia excesivamente marcada, pero sí dando unas ligeras pinceladas autóctonas. Además, quería un ambiente agradable que los tonos neutros o beige me proporcionan.
En los tapizados, hago alusión al azul del mar, ese color intenso que vemos en Canarias, de mares profundos. En la barra del bar volvemos a tener ese juego de azules y verdes, además con ese movimiento que nos proporciona el material artesano, que da personalidad y cercanía al espacio.
M: ¿Cómo se consigue un interior de lujo de los 70?
EM: El edificio es original de los años 70 y sobre esta base aplicamos dorados, con formas geométricas rememoran estos años. Destaca la mampara, inspirada en la estética de esos años, del edificio original, como reminiscencia de su historia.